domingo, 19 de marzo de 2023

Regreso hoy para leer un nuevo fragmento

 PRACTICAS BÁSICAS

2 – La campana de plena consciencia

Una embajadora de paz y felicidad

Thich Nhat Hanh

 

  Queremos apreciar cada instante de nuestra vida, queremos apreciar cada minuto. No necesitamos olvidarnos del tiempo. No necesitamos que el tiempo vuele. No queremos que el tiempo transcurra veloz, porque el tiempo es vida.

  Cada segundo contiene infinitas joyas; cada minuto, cada segundo, es en sí una joya. Cuando observas la joya de este mismo segundo, ves el cielo, la tierra, los árboles, las colinas, el río y el océano: una inmensa belleza. No queremos matar el tiempo. queremos sacar hondo provecho de cada momento que nos es dado para vivir, la campana de plena consciencia nos ayuda a hacerlo.

  Sin plena consciencia, desperdicias tu tiempo, no vives la vida con hondura. La campana nos ayuda a regresar a nosotros mismos y a generar energía de paz y alegría.

  la campana es una embajadora de paz y felicidad en nuestro hogar y en el aula. empleamos la expresión << invitar la campana>>, no << tocar>> o << tañer>> la campana, por qué es nuestra intención tratar a esa embajadora con respeto, invitarla a que comparta con nosotros ese hermoso sonido que lleva dentro. cuando nos damos cuenta de que la campana es embajadora de paz y felicidad, podemos inspirar en plena consciencia y ser conscientes de que la campana, la embajadora, ha llegado. cuando espiramos, sonreímos a su excelencia la embajadora. inspirar y espirar de esta manera aporta paz y relajación.

  este capítulo te ayudará a prepararte para hacer un buen maestro o maestra de la campana. para empezar, sostienes la campana y el invitador (así llamamos a la baqueta o mazo) i prácticas inspirar y espirar dos veces mientras recitas un breve poema. el primer verso es: << cuerpo, habla y mente en perfecta armonía>>. mientras inspiras recitas en silencio ese verso, y unes en concentración cuerpo, mente y habla.

 Inspirando: << Cuerpo, habla y mente en perfecta armonía>>.

Espirando:<< Envío mi corazón con el sonido de esta campana>>.

Inspirando:<< Que todo el que lo escuche despierte del olvido>>.

Espirando: << Y trascienda el camino de la ansiedad y el dolor>>.

Mientras recitas en silencio este poema inspirando y espirando, generas energía de paz, relajación y plena consciencia. De esta forma, obtienes la cualificación maestro o maestra de la campana. Si no estamos en paz, tranquilos y lo bastante felices, no deberíamos invitar la campana a sonar. Si estamos en paz, el sonido transmitirá esa calidad pacífica.

  Lo primero que hacemos después de recitar el poema es despertar la campana. No produces un sonido completo, si no un medio sonido. Para hacerlo, tocas el borde de la campana ligeramente con el invitador, y lo mantienes ahí. Ese sonido de despertar anuncia a todos que a continuación hoy van a escuchar un sonido pleno. Después de que todos hayan disfrutado de inspirar y espirar una vez, hayan dejado de hablar y de pensar, y estén preparados para recibir el sonido que vamos a generar, invitamos un primer sonido pleno de la campana.



Después de invitar la campana, deberíamos permitir a todos tiempo suficiente para disfrutar espiraciones profundas. Sé generoso, por qué es un tiempo para generar paz y felicidad. La respiración de cada persona tiene una duración diferente; si eres maestra o maestro de la campana, puedes permitirte inspirar y es espirar cuatro veces. Sobre todo si es un niño quien actúa como maestro de la campana, debería respirar cuatro veces en lugar de tres con cada sonido. Si somos jóvenes, nuestra inspiración y espiración no durarán tanto como la de un adulto que ya esté habituado a la práctica.

  Mientras inspiramos, podemos decir: << Escucho, escucho>>. Invitamos a todas las células del cuerpo a unirse a nosotros y a escuchar profundamente. Dejamos que el sonido de la campana penetre en cada célula del cuerpo y ayude al cuerpo a relajarse. En el cuerpo hay miles de millones de células, y todas ellas respiran a la vez. Por eso, cuando decimos: << Escucho, escucho>>, en realidad lo que decimos es: << Escuchamos, escuchamos>>. miles de millones de células están escuchando en ese momento. Hoy se unen para generar una energía colectiva de escucha. No escuchamos en cuanto que individuos, escuchamos como una comunidad: la comunidad de las células. Esto se denomina << Escucha profunda>>. escuchar de esta manera calmará y pacificará nuestro cuerpo y nuestras sensaciones al mismo tiempo. Cuando nos inunde una sensación de inquietud, escuchar así nos hará mucho bien, podremos calmar esa sensación.

  Todos sabemos que nuestros ancestros biológicos y espirituales están plenamente presentes en cada célula de nuestro cuerpo. Quizá queramos invitarlos a todos a qué se unan a nosotros, escuchen la campana y regresen de nuevo a la vida. Creemos que nuestros ancestros ya no están vivos, pero cuando miramos con detenimiento, podemos ver que eso no es cierto. Aún viven dentro de cada célula de nuestro cuerpo. Podemos entrar en contacto con ellos siempre que queramos. Podemos hablar con ellos. podemos invitarlos a caminar con nosotros, a respirar con nosotros y escuchar la campana con nosotros. Cuando escuchas la campana, puedes invitar a todos los ancestros que hay en ti a unirse en la escucha. Escuchar de esta manera puede ser transformador, sanador.

  Cuando espiramos, decimos: << Este sonido maravilloso me trae de vuelta a mi verdadero hogar>>. Nuestro verdadero hogar está en el momento presente, el momento en que la vida está disponible. Así que mientras espiramos y escuchamos la campana, dejamos el pasado, el futuro, los proyectos, y nos asentamos en el momento presente, en contacto con las maravillas de la vida que hay en nosotros y alrededor. Allá donde vayamos, si hay en nosotros plena consciencia, ese lugar es nuestro verdadero hogar.

  Inspiramos y espiramos tres veces antes de invitar la campana a sonar una segunda vez. Con tres sonidos plenos de la campana tendremos la oportunidad de inspirar y espirar nueve veces.

   Por la mañana, antes de ir a la escuela o al trabajo, podrías sentarte y escuchar el sonido de la campana. Lo puedes hacer en soledad o en compañía de tu familia. Con tres sonidos damos la oportunidad de respirar nueve veces, y un grupo de personas respirando así genera una energía de paz y plena consciencia que puede ser poderosa, sanadora, nutritiva. Si hay niños sentados con nosotros, podrán percibir esa energía. no necesitamos desearnos unos a otros un buen día. Podemos hacer que el día sea bueno empezándolo bien. Lo mismo sucede por la noche. Podemos reunir a los niños en torno a la campana y practicar la respiración consciente para relajar el cuerpo y sentir la presencia de los otros antes de acostarnos.

  Durante el día, en cualquier momento en que notemos que la atmósfera no es lo bastante pacífica (por que haya ira, inquietud o dificultad en respirar) podemos invitar la campana a sonar para que toda la clase pueda
relajarse, respirar y restaurar la paz y la felicidad. Puedes programar una campana de plena consciencia en un aparato digital para que suene cada quince minutos y así dejar de trabajar, escuchar la campana y regresar para disfrutar de inspirar y espirar.




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