PRACTICAS BÁSICAS
2 – La campana de plena consciencia
Una embajadora de paz y felicidad
Thich Nhat Hanh
Queremos apreciar cada instante de nuestra vida, queremos
apreciar cada minuto. No necesitamos olvidarnos del tiempo. No necesitamos que
el tiempo vuele. No queremos que el tiempo transcurra veloz, porque el tiempo
es vida.
Cada segundo contiene infinitas joyas; cada
minuto, cada segundo, es en sí una joya. Cuando observas la joya de este mismo segundo,
ves el cielo, la tierra, los árboles, las colinas, el río y el océano: una
inmensa belleza. No queremos matar el tiempo. queremos sacar hondo provecho de
cada momento que nos es dado para vivir, la campana de plena consciencia nos
ayuda a hacerlo.
Sin plena consciencia, desperdicias tu tiempo, no vives
la vida con hondura. La campana nos ayuda a regresar a nosotros mismos y a
generar energía de paz y alegría.
la campana es una embajadora de paz y
felicidad en nuestro hogar y en el aula. empleamos la expresión <<
invitar la campana>>, no << tocar>> o << tañer>> la
campana, por qué es nuestra intención tratar a esa embajadora con respeto, invitarla
a que comparta con nosotros ese hermoso sonido que lleva dentro. cuando nos
damos cuenta de que la campana es embajadora de paz y felicidad, podemos
inspirar en plena consciencia y ser conscientes de que la campana, la
embajadora, ha llegado. cuando espiramos, sonreímos a su excelencia la
embajadora. inspirar y espirar de esta manera aporta paz y relajación.
este capítulo te ayudará a prepararte para
hacer un buen maestro o maestra de la campana. para empezar, sostienes la
campana y el invitador (así llamamos a la baqueta o mazo) i prácticas inspirar
y espirar dos veces mientras recitas un breve poema. el primer verso es:
<< cuerpo, habla y mente en perfecta armonía>>. mientras inspiras
recitas en silencio ese verso, y unes en concentración cuerpo, mente y habla.
Inspirando: << Cuerpo, habla y mente
en perfecta armonía>>.
Espirando:<<
Envío mi corazón con el sonido de esta campana>>.
Inspirando:<<
Que todo el que lo escuche despierte del olvido>>.
Espirando:
<< Y trascienda el camino de la ansiedad y el dolor>>.
Mientras recitas
en silencio este poema inspirando y espirando, generas energía de paz, relajación
y plena consciencia. De esta forma, obtienes la cualificación maestro o maestra
de la campana. Si no estamos en paz, tranquilos y lo bastante felices, no
deberíamos invitar la campana a sonar. Si estamos en paz, el sonido transmitirá
esa calidad pacífica.
Lo primero que hacemos después de recitar el
poema es despertar la campana. No produces un sonido completo, si no un medio
sonido. Para hacerlo, tocas el borde de la campana ligeramente con el invitador,
y lo mantienes ahí. Ese sonido de despertar anuncia a todos que a continuación
hoy van a escuchar un sonido pleno. Después de que todos hayan disfrutado de
inspirar y espirar una vez, hayan dejado de hablar y de pensar, y estén
preparados para recibir el sonido que vamos a generar, invitamos un primer
sonido pleno de la campana.
Después de
invitar la campana, deberíamos permitir a todos tiempo suficiente para
disfrutar espiraciones profundas. Sé generoso, por qué es un tiempo para
generar paz y felicidad. La respiración de cada persona tiene una duración
diferente; si eres maestra o maestro de la campana, puedes permitirte inspirar
y es espirar cuatro veces. Sobre todo si es un niño quien actúa como maestro de
la campana, debería respirar cuatro veces en lugar de tres con cada sonido. Si
somos jóvenes, nuestra inspiración y espiración no durarán tanto como la de un
adulto que ya esté habituado a la práctica.
Mientras inspiramos, podemos decir: << Escucho,
escucho>>. Invitamos a todas las células del cuerpo a unirse a nosotros y
a escuchar profundamente. Dejamos que el sonido de la campana penetre en cada
célula del cuerpo y ayude al cuerpo a relajarse. En el cuerpo hay miles de
millones de células, y todas ellas respiran a la vez. Por eso, cuando decimos:
<< Escucho, escucho>>, en realidad lo que decimos es: << Escuchamos,
escuchamos>>. miles de millones de células están escuchando en ese
momento. Hoy se unen para generar una energía colectiva de escucha. No
escuchamos en cuanto que individuos, escuchamos como una comunidad: la comunidad
de las células. Esto se denomina << Escucha profunda>>. escuchar de
esta manera calmará y pacificará nuestro cuerpo y nuestras sensaciones al mismo
tiempo. Cuando nos inunde una sensación de inquietud, escuchar así nos hará
mucho bien, podremos calmar esa sensación.
Todos sabemos que nuestros ancestros
biológicos y espirituales están plenamente presentes en cada célula de nuestro
cuerpo. Quizá queramos invitarlos a todos a qué se unan a nosotros, escuchen la
campana y regresen de nuevo a la vida. Creemos que nuestros ancestros ya no
están vivos, pero cuando miramos con detenimiento, podemos ver que eso no es
cierto. Aún viven dentro de cada célula de nuestro cuerpo. Podemos entrar en
contacto con ellos siempre que queramos. Podemos hablar con ellos. podemos
invitarlos a caminar con nosotros, a respirar con nosotros y escuchar la
campana con nosotros. Cuando escuchas la campana, puedes invitar a todos los
ancestros que hay en ti a unirse en la escucha. Escuchar de esta manera puede
ser transformador, sanador.
Cuando espiramos, decimos: << Este
sonido maravilloso me trae de vuelta a mi verdadero hogar>>. Nuestro
verdadero hogar está en el momento presente, el momento en que la vida está
disponible. Así que mientras espiramos y escuchamos la campana, dejamos el
pasado, el futuro, los proyectos, y nos asentamos en el momento presente, en
contacto con las maravillas de la vida que hay en nosotros y alrededor. Allá
donde vayamos, si hay en nosotros plena consciencia, ese lugar es nuestro
verdadero hogar.
Inspiramos y espiramos tres veces antes de
invitar la campana a sonar una segunda vez. Con tres sonidos plenos de la
campana tendremos la oportunidad de inspirar y espirar nueve veces.
Por la
mañana, antes de ir a la escuela o al trabajo, podrías sentarte y escuchar el sonido
de la campana. Lo puedes hacer en soledad o en compañía de tu familia. Con tres
sonidos damos la oportunidad de respirar nueve veces, y un grupo de personas
respirando así genera una energía de paz y plena consciencia que puede ser
poderosa, sanadora, nutritiva. Si hay niños sentados con nosotros, podrán
percibir esa energía. no necesitamos desearnos unos a otros un buen día. Podemos
hacer que el día sea bueno empezándolo bien. Lo mismo sucede por la noche. Podemos
reunir a los niños en torno a la campana y practicar la respiración consciente
para relajar el cuerpo y sentir la presencia de los otros antes de acostarnos.
Durante el día, en cualquier momento en que
notemos que la atmósfera no es lo bastante pacífica (por que haya ira, inquietud
o dificultad en respirar) podemos invitar la campana a sonar para que toda la
clase pueda
relajarse, respirar y restaurar la paz y la felicidad. Puedes
programar una campana de plena consciencia en un aparato digital para que suene
cada quince minutos y así dejar de trabajar, escuchar la campana y regresar
para disfrutar de inspirar y espirar.
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